Jazz
es un género musical nacido a finales del siglo XIX en
Estados Unidos, que se expandió de forma global a lo largo de todo el siglo XX.
A lo largo de su historia, el jazz ha pasado de ser una
simple música de baile popular a una difícil forma de arte reconocida y
celebrada en todo el mundo. Paralelamente a dicho progreso, han cambiado
también las actitudes hacia esta música: en 1924 un periodista del New York Times
se refería a ella como «el retorno de la música de los "salvajes"»,
mientras que en 1987 el Congreso de los Estados Unidos de América declaraba al
jazz como un «destacado modelo de expresión» y como un "excepcional tesoro
nacional". Se ha señalado que el motor de dicho progreso ha sido la
innovación, una particularidad que siempre ha estado presente en la historia de
esta música, dirigiendo su evolución y caracterizando la obra de sus artistas
más destacados al lado de una rama más tradicionalista. Paralelamente a esta
dicotomía entre la innovación y la tradición, el jazz siempre se ha movido
entre la obra de unos artistas que solo han buscado el reconocimiento de una
pequeña pero selecta audiencia y otros que ha dirigido sus esfuerzos a una
audiencia más amplia.3
La identidad musical del jazz es compleja y no puede ser
aislada ni delimitada con facilidad. En primer lugar, aunque a menudo el
término se use para hacer referencia a un idioma musical (tal como se hace, por
ejemplo, cuando se habla de música clásica), el jazz es en realidad una familia
de géneros musicales cuyos miembros comparten características comunes, pero no
representan individualmente la complejidad de género como un todo; en segundo
lugar, sus diversas "funciones sociales" (el jazz puede servir como
música de fondo para reuniones o como música de baile, pero ciertos tipos de
jazz exigen una escucha atenta y una concentración profunda) requieren un
ángulo de estudio diferente; y en tercer lugar, el tema racial siempre ha
generado un profundo debate sobre el jazz, moldeando su recepción por parte del
público. Si bien es cierto que el jazz es un producto de la cultura
afroamericana, siempre ha estado abierto a influencias de otras tradiciones
musicales, y ya desde la década de 1920 ha sido ejecutado por músicos de
diversas partes del mundo con un trasfondo muy diferente. En ocasiones se ha
mostrado como paradigma del jazz la obra de músicos comerciales,nota 1 que los
aficionados y la crítica han considerado subproductos alejados de la tradición,
entendiendo por el contrario, que el jazz es una forma de música negra, en la
que los afroamericanos han sido sus mayores innovadores y sus más notables
representantes
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